La historia de la Escuela Hospitalaria de Galvarino es una narrativa inspiradora que comienza en el año 2018 con la fundación de la Corporación Educativa Educa Actívate. Cuatro jóvenes visionarios provenientes de diversas áreas como la salud, educación y administración, se unieron con el propósito de crear un proyecto educativo y social que respondiera a las necesidades de la región de La Araucanía. Motivados por la evidente carencia de escuelas hospitalarias en la región, estos emprendedores se propusieron llenar ese vacío conscientes del impacto positivo que tendría en la vida de muchas familias y niños que enfrentaban desafíos de salud.
En el año 2019, la Corporación Educa Actívate presentó ante el Ministerio de Educación de Chile el proyecto educativo de la Escuela Hospitalaria de Galvarino. Con el apoyo colaborativo del Hospital Rural y Comunitario de Galvarino el proyecto fue aceptado en el año 2020. La escuela comenzó a operar con niveles educativos que abarcaban desde la educación prebásica hasta la enseñanza media atendiendo a estudiantes desde los cuatro hasta los 26 años de edad. La modalidad de educación domiciliaria se convirtió en una herramienta esencial para llegar a los estudiantes no solo de Galvarino sino también de otras localidades.
A pesar de los desafíos iniciales como la llegada de la pandemia de COVID-19 en 2020, la Escuela Hospitalaria de Galvarino demostró su resiliencia y compromiso con la educación de sus estudiantes. Con el tiempo el proyecto no solo se consolidó sino que también crecío. La matrícula de estudiantes fue aumentando en un lapso de tres años y se implementaron diversas iniciativas para mejorar la calidad de vida y educativa de los estudiantes, como proyectos de vinculación con la comunidad, universidades y programas de apoyo en alimentación.
En la actualidad, la Escuela Hospitalaria de Galvarino continúa su labor educativa con dedicación y pasión, adaptándose constantemente a las necesidades cambiantes de sus estudiantes y comunidad. Su historia es un testimonio de perseverancia, solidaridad y compromiso con la inclusión educativa, sirviendo como un faro de esperanza para aquellos niños, niñas y jóvenes que enfrentan desafíos de salud en su camino educativo.